En el valle del Jarama, situado a sólo quince kilómetros de la capital, tuvo lugar en el mes de febrero de 1937, una de las batallas más trascendentales de la Guerra civil española. En tan sólo diecinueves días murieron entre quince y veinte mil hombres. Fue hasta ese momento, el episodio más sangriento de nuestra guerra. A principio de 1937, la fuerte resistencia republicana en la capital obligó al ejército sublevado a cambiar de estrategia. Los nuevos planes se dirigieron al estrangulamiento de Madrid desde las posiciones del sur, en un movimiento envolvente hacia el este que uniera estas tropas con los batallones situados en la sierra norte de Guadarrama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario